¡Hola a todos!
Aquí estoy de nuevo con una receta de esas inesperadas y riquísimas. Es de la Dieta Alea que tienen un montón de ideas para platos bajos en calorías, sanos y buenísimos. Esta vez elegí la lubina y desde el primer día que la probamos se ha puesto entre los pescados que más nos gustan. Sí, una lubina buena, al horno, con sus patatitas etc no tiene precio pero ¿y si nuestro 
presupuesto no está para grandes alardes? Pues mira, esta lubina es lo más. Yo compro los filetes de lubina y, aunque no sea la mejor lubina del mundo con este acompañamiento queda genial y no se nota para nada. Además es una cena perfecta o un segundo plato para la comida también muy sabroso. Y se comen verduras, que también es importante. Así que ahí vamos:
LUBINA CON CEBOLLA, CALABACÍN, MIEL Y MOSTAZA
Filetes de lubina (uno por persona)
Cebolla
Calabacín
1 cucharadita de postre de mostaza por comensal
1 cucharadita de postre de miel por comensal
1 cucharadita de postre de aceite de oliva por comensal
Sal y pimienta negra
Pelar el calabacín en tiras, yo utilizo el pelapatatas para que sean aún más finas y se hagan en un pis pas.
Cortar la cebolla en juliana.
Pochar en una sartén con el aceite de oliva primero la cebolla que es lo que va a tardar más y después, cuando ya empiece a estar blandita, el calabacín.
Salpimentar tanto las verduras como el filete de lubina que aún tenemos fuera. Sin pasarnos porque la miel y la mostaza ya van a dar mucho sabor.
Poner los filetes con la piel hacia arriba en la sartén con las verduras.
Echar la miel y la mostaza y subir un poco el fuego.
Para que se haga más rápido tapar la sartén y mirar cuando el pescado deje de estar transparente para sacarlo.
Os prometo que es una receta riquísima.
Un besazo a todos.
Y claro, ahora con la vuelta a la realidad se han venido conmigo un par de kilitos muy majos y muy disfrutados que hay que ir dejando atrás. El gimnasio lo retomo hoy y las ensaladitas especiales siempre son un plus así que hoy os dejo con una que os encantará. Sí, muy moderna, muy eco, muy todo lo que queráis con ese ingrediente que es la quinoa. Ya os he hablado de él en otra receta y merece la pena probar, a mí ahora me gusta. La receta es del libro 
Yo me he decidido por él, porque nunca lo había probado y porque no soy muy aficionada a las verduras y busco cualquier forma de meterlas en los platos para que me gusten. Y la verdad es que el resultado me ha encantado, se tarda un poco en hacerlo, hay que tener paciencia, pero me ha gustado. Yo lo serví con arroz blanco y un par de salchichas y quedó muy bien. Probadlo y veréis. Además, si tenéis comensales vegetarianos esta puede ser una buena receta, podéis prepararla con antelación y darle un toque de horno en el último momento. Más cómodo imposible. La receta, aunque un poco cambiada, la cogí de Directo al Paladar. 
