¡Buenos días a todos!

Aquí estoy con una nueva receta con la que participo en el Reto Color y Sabor de Temporada. Esta vez había que elegir entre las uvas y la cúrcuma. No lo dudé mucho, últimamente ando investigando el mundo de las especias y esta era una gran oportunidad para probar un nueva. He leído que en realidad la cúrcuma es la base del curry pero yo la he utilizado por separado para hacer este pollo tan rico. Tengo que confesar que el pollo satay en realidad son brochetas pero yo esta vez preferí hacerlo tal cual porque andaba un poco justa de tiempo. Pero para la próxima con brocheta y todo. Lo he acompañado de arroz basmati que para este tipo de elaboraciones de sabor fuerte va increíble. La receta original es de Directo al Paladar, un referente para mí, ya lo sabéis.

POLLO ESTILO SATAY
Pechuga de pollo
Salsa de soja (un chorrito)
Limón (el zumo de medio limón para dos personas)
Curry en polvo
Jengibre
Ajo en polvo
Cúrcuma
Sésamo
Aceite (una cucharada sopera cada dos personas)
Sal
Pimienta negra
Arroz basmati para acompañar

En un cuenco verter la soja, el aceite, el zumo de limón, el curry, el ajo, el jengibre, la cúrcuma, las semillas de sésamo, la sal y la pimienta. Mezclar todo. La cantidad de especias es al gusto. Si os gusta mucho el picante añadir más jengibre o pimienta, si no pues menos, al gusto de cada uno.

Cortar la pechuga de pollo en trocitos.

Meter en el cuenco y macerar al menos una hora en la nevera tapado con papel film.

(Al sacarlo, sería el momento de formar las brochetas, ya os he comentado que yo no las hice).

Mientras, hacer el arroz siguiendo las instrucciones que indica el fabricante.

Hacer el pollo en una sartén escurriendo el líquido del macerado para que no se cueza mucho.

Si queréis utilizarlo ponerlo en otro cazo y dejarlo hervir hasta que espese un poco.

Servirlo todo junto.

Es una forma diferente y exótica de comer pollo y desde luego la cúrcuma se va a quedar en mi cocina por mucho tiempo.
Un besazo a todos.