Me voy a poner un poco nostálgica. ¿Os acordáis cuando empezaron a poner restaurantes chinos? Por lo menos en Bilbao. Yo era pequeña y fue mucho antes de saber lo que era el sushi o el poke, cuando un arroz tres delicias o un kubak nos parecía lo más cosmopolita del mundo. Y si no recuerdo mal, de las primeras cosas que probé fue precisamente esto, el chop suey de pollo. También el pollo con almendras o la ternera con salsa de ostras (que siempre pedía mi padre) eran clásicos, ni siquiera conocía el pato Pekín, que ahora es uno de mis favoritos. ¡Qué tiempos!
Y encima luego, en mi viaje a China hace ya 8 años, nada de esto se comía allí. En China descubrí los dumplings, cosa curiosa, y recuerdo unas vainas con sésamo que me volvían loca y que nunca he vuelto a probar. Añoranza gustativa. Qué viaje aquel, a un mundo completamente diferente pero igualmente bonito. Pero vamos a lo que nos concierne, al plato de chop suey de pollo. La receta es de Directo al Paladar, como muchísimas otras en mi blog. Me encantan.
CHOP SUEY DE POLLO
2 cucharadas de salsa de soja (una por persona)
1 cucharadita de azúcar
Pechuga de pollo
Aceite
Cebolla
Ajo
Brotes de soja
Aceite de sésamo
Maizena (1/2 cucharada)
Agua
Caldo pollo
Puerro
Mezclar el azúcar en la salsa de soja hasta que se disuelva.
Cortar las pechugas en tiras finas y meter en la salsa anterior. Dejar marinando en nevera como 20 minutos.
Saltear el pollo escurrido de la salsa hasta que coja color. Reservar.
Saltear la cebolla en trozos, los ajos machacados, el puerro y los brotes de soja. En este orden pero poco a poco.
Añadir un poco de aceite de sésamo.
Aparte, en un cazo juntar el caldo de pollo con maizena y hervir. Tampoco hace falta poner mucho. Tiene que espesar pero recordad que no es una sopa.
Mezclar todo junto y servir.
Sencillo y oriental. Para comer comida china algo menos grasienta que la de algunos restaurantes pero en casa.
Un besazo a todos.