A veces no hacen falta tantas salsas ni complicaciones para que la pasta esté buena de verdad. Únicamente con buenos ingredientes y potenciando los sabores se puede disfrutar de manera increíble.
La pasta que os traigo hoy es una inspiración mía basándome en la «pasta fresca» que suelo comprar en el supermercado. Me refiero a esta, la de Giovanni Rana. Seguramente no sea la más sana por todo esto de los alimentos procesados etc pero os aseguro que saca de más de un apuro y de una cena perezosa. Mi favorita es la de jamón y queso y simplemente la sirvo con un chorrito de aceite bien rico y un poco de queso parmesano. ¿Qué más se puede pedir?
Pues basándome en esta forma de servir la pasta decidí hacerla por mi cuenta con langostinos pero de la misma manera. Está increíble.
Esta es una receta sencilla que pide un postre bien rico. Por eso os traigo una nueva colaboración para inspiraros. ¿Os gustan las natillas caseras? ¡Y a quién no! Pues pinchando aquí tenéis un montón de recetas para saborearlas.
Porque hoy va de ingredientes sencillos y de sabores clásicos. Pasta y natillas con una galleta. A veces volver a los orígenes es lo mejor que se puede hacer.
PASTA CON GAMBAS Y QUESO PARMESANO
Pasta seca (la que queráis)
Gambas congeladas crudas
Ajo
Queso parmesano rallado
Aceite de oliva de buena calidad
Descongelar los langostinos siempre en agua fría. Escurrir, pelar, quitarles la tripa si fuera necesario y reservar.
Cocer la pasta en un recipiente con agua y sal tal y como indique el fabricante.
Picar los ajos. Al gusto.
En una sartén poner un pelín de aceite y saltear los ajos picados.
Añadir las gambas y saltearlas hasta que estén cocinadas. Añadir un poco de sal.
Escurrir la pasta y saltearla en la sartén con ajos y gambas.
Sacar y servir espolvoreando queso parmesano al gusto.
Sencilla y rica además de sana.
Un besazo a todos.