¡Hola a todos!

Hoy toca Reto Reposteras por Europa que organiza Gotas de Azúcar y Vainilla. Y esta vez me encargué yo de elegir el país. Cada vez quedan menos y echando un vistazo a las opciones me enamoré completamente de este postre que suele hacerse en Navidad en Estonia. Así que elegí este país y me puse manos a la obra con el reto. Está increíblemente rico. No es difícil aunque sí hay que tener paciencia porque requiere levado etc. Pero luego os prometo que merecerá la pena. La receta es de Sweetadict aunque yo he hecho algunos pequeños cambios. Espero que os guste.

KRINGEL (ESTONIA)
120 ml de leche
25 ml de miel
30 g mantequilla a temperatura ambiente
Ralladura de 1/2 limón
1 yema de huevo
15 g aproximadamente de levadura fresca de panadería
300 g de harina de fuerza
Una pizca de sal
Para el relleno
50 g mantequilla a temperatura ambiente
60 g de azúcar moreno
1 cucharadita de canela
100 g de pepitas de chocoate (yo os recomiendo utilizar menos, para mí fueron demasiadas)
50 g de nueces (yo esta vez no le eché nada, no me apetecían los frutos secos)

Templar un poco la leche pero sin que llegue a estar caliente.

Mezclar con la miel, la levadura desmenuzada, la mantequilla a temperatura ambiente, la ralladura y la yema.

Por otro lado unir la harina con la sal.

Mezclar las dos cosas hasta crear una pasa uniforme. No se pega mucho en las manos, si no añadir un pelín más de harina.

Dejar levar en un bol tapado con un trapo en un lugar un poco caliente y sin muchas corrientes entre 1 y 2 horas.

Mientras, mezclar el relleno, unir la mantequilla a temperatura ambiente, el azúcar, la canela y las pepitas de chocolate. Si echáis este es el momento de incorporar las nueces.

Precalentar el horno a 200ºC.

Poner la masa en una superficie enharinada y extender hasta formar un rectángulo con un rodillo.

Untar con la crema de relleno que hemos hecho.

Enrollarlo dando vueltas por la parte más larga del rectángulo.

Girar el churro y ponerlo en perpendicular delante de cada uno a lo largo.

Cortar por la mitad por todo menos por uno de los extremos (en estas fotos se entiende bien).

Trenzar el corte dejando que se vean las capas.

Humedecer los bordes y unirlos en un círculo.

Espolvorear con azúcar.

Hornear unos 25 minutos o hasta que esté dorado.

Como veis no es difícil pero sí un poquito laborioso, hay que tener paciencia para seguir los pasos y para el levado. Pero os aseguro que merecerá la pena.
Un besazo a todos.